"Novela del Ajedrez" de Stefan Zweig
- Silvio Pla
- 4 abr 2022
- 4 Min. de lectura
Ajedrez, Cine y Literatura
El Ajedrez está presente como tema de novelas, y de películas, la vida de Bobby Fischer ha atraído a cineastas, y también a biógrafos que nos cuentan la vida del genio de Brooklyn.
Hasta Netflix se ha apuntado un éxito histórico con la serie “Gambito de Dama”, que describe a una protagonista que pareciera un Fischer en versión femenina.
Novelas también tenemos una buena cantidad desde la clásica “Novela de Ajedrez” de Stefan Zweig hasta “El tango de la vieja guardia” de Arturo Perez Reverte.
En este espacio comentaremos cada una de ellas, las películas y las novelas, empecemos por el clásico de Stefan Zweig, “Novela de Ajedrez”.
Mi mirada está lejos de ser la de un crítico literario, no podría, por no serlo, pero si del lector ajedrecista que después de recorrer el mundo de las 64 casillas por más de medio siglo tiene los elementos para analizar los personajes y las características que Zweig describe y compararlas con la realidad, con los ajedrecistas reales.
El autor Stefan Zweig nació en Viena en el año 1881, y murió en Petrópolis, Brasil, en el año 1942. Se suicidó con la firme y equivocada convicción de que Hitler ganaría la segunda guerra mundial y por lo tanto el mundo no tendría futuro en manos del Dictador alemán-austríaco. Su capacidad narrativa, la pericia y la elegancia de estilo lo convierten en un narrador fascinante. Zweig nos cuenta una historia extraordinaria del campeón mundial de Ajedrez, Mirko Czentovic, un personaje imaginario que Zweig crea y lo ubica junto con los gigantes del ajedrez de la época a los que derrota, Alekhine, Capablanca, Lasker, Tartakower, etc.
Lo interesante es que el personaje que imagina es muy particular genio e inteligentísimo, pero, sólo para jugar ajedrez y negado para todo lo demás, una construcción bastante usual en esa y en todas las épocas, un tema que merece ser analizado con detenimiento, ¿es esto posible?, un genio del tablero, un Fischer, un Capablanca, un Carlsen (el actual campeón mundial), es solamente genial si se le pone un tablero delante, o esas condiciones extraordinarias son replicables en otros ámbitos.
La historia que nos cuenta Stefan Zweig apunta, que en este particular caso, el de Mirko Czentovic, era para todo lo demás “un bueno para nada”, brillaba sólo cuando actuaba en el mundo de las piezas, los peones y el tablero escaqueado. Lo que plante el autor es que la posibilidad de que tal personaje especial exista es posible y nos lo presenta con su magistral pluma, realizando una magnífica novela.
En mi medio siglo de Ajedrez y habiendo presenciado a Bobby Fischer, Karpov, Kasparov, Anand, Kramnik, Carlsen, los más grandes genios del siglo XX y XXI, el más parecido a lo que describe Stefan es Bobby, por lo obsesivo que era con respecto al Ajedrez, absolutamente monotemático, todo lo demás escapaba de su esfera de ajedrez, en ese sentido es interesante referir una anécdota que cuenta el Gran Maestro Oscar Panno, contendiente de Bobby en muchos torneos. Panno que estuvo entre los mejores del mundo por esas épocas, los 50, los 60 y 70, la época en que Fischer dominó el escenario, relata la siguiente anécdota, “ siendo unos años mayor, y con la filosofía de integrar al Ajedrez con otros aspectos de la cultura, el maestro Panno es ingeniero y poseedor de una vasta cultura general, se preocupó por Bobby , unos años menor a él, y le dijo Bobby debes estudiar otras cosas, historia, literatura etc…ante la mirada atónita de Bobby, que sin decirlo expresaba y para qué?, Panno le pregunta, por ejemplo ¿ tu conoces quien es y que ha hecho Napoleón Bonaparte?, la respuesta del joven de 16 años fue, “No, ¿Qué torneos ha jugado Napoleón, no he visto ninguna partida de él?.
No es que Bobby no fuera inteligente (dice su Biógrafo Frank Brady que tenía un CI superior a 180), simplemente no había para él otro interés que los jaques, las aperturas, los finales, etc.
Un personaje como Mirko, no he conocido en estos años dentro del mundo del Ajedrez, es una creación de Stefan Zweig, quizás inspirado en la monotemática que debe haber contemplado en fanáticos del juego en aquellas épocas, en todo caso una muy interesante novela para disfrutar y pensar si es posible que por allí exista un Mirko Czentovic.
Para finalizar de la mejor manera vamos a ceder la palabra a Stefan Zweig y su descripción del juego:
“Conocía desde luego, por propia experiencia, el misterioso poder de atracción del “juego de reyes”, de ese juego entre los juegos, el único entre los ideados por el hombre que escapa soberanamente a cualquier tiranía del azar, y otorga los laureles de la victoria exclusivamente al espíritu, o mejor aún, a una forma muy característica de agudeza mental, ¿Pero no es ya el solo hecho de tildarlo de juego una degradación insultante? ¿No es acaso también una ciencia, un arte que gravita entre estas diferentes categorías como entre el cielo y la tierra el ataúd de Mahoma? ¿No es por azar un vínculo único entre todos los pares de contrarios; antiquísimo y sin embargo eficaz tan sólo por obra de la fantasía; limitado a un espacio rígidamente geométrico y a un tiempo ilimitado en sus combinaciones; en perpetuo desarrollo y sin embargo estéril: un pensamiento que no lleva a nada, una matemática que nada calcula, un arte sin obras, una arquitectura sin sustancia, y aun así más manifiestamente perenne en su esencia y existencia que todos los libros y obras de arte, el único juego que pertenece a todos los pueblos y a todas las épocas y del que nadie sabe qué Dios lo legó a la tierra para matar el hastío, aguzar los sentidos y estimular el espíritu? ¿Dónde empieza, dónde acaba?”
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