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“Don Desiderio”


El mundo del ajedrez tiene muchos personajes folklóricos, uno de los que no soporté en el pasado, es al que denomino “Don Desiderio”, en homenaje al cuento de Raúl Martínez “Un genio improvisado” pues allí el Dr. Martínez ajedrecista del siglo pasado, porteño y escritor, describe a este particular , que tiene presencia en el ambiente ajedrecístico tanto de empujamaderas como profesionales.

El maestro Raúl Pérez Ponce es el perfecto representante de este tipo humano en el marco del ajedrez profesional.

Les cuento la historia: era el año mil novecientos noventa, en esas vueltas de la vida me tocó el premio mayor, en un tris tras pasé del infierno de la hiperinflación argentina, a la bonanza de la etapa temprana del gobierno de Salinas de Gortari.

Cómo padre de familia joven (no se reían todos lo fuimos en algún momento), buscaba el crecimiento económico para el bienestar de mis hijos y esposa. La situación económica argentina me estaba pegando una paliza histórica, a pesar de tener un buen puesto como gerente de finanzas de Gativideo S.A. (una especie de Video visa mexicana, la principal empresa de video en Argentina). Inquieto, leía el Clarín de los domingos para encontrar alguna oportunidad de trabajo con mayor proyección. Dentro de ese panorama recibo la llamada de mi amigo, Hugo Wahnish Director de Latinoamérica de un laboratorio, SmithKline Beecham me pregunta si conozco un buen candidato para una posición como Director de Finanzas de la operación de SmithKline Beecham México, y bueno me la puso de pechito y le dije ¡Claro conozco al mejor, tu servilleta!, para no hacérselas muy cansada aquella conversación de septiembre del ochenta y nueve terminó conmigo y mi familia establecidos en México en mi flamante posición de Director de Finanzas de SmithKline Beecham Animal Health.

El cambio fue increíble, pocas veces una persona puede experimentar un cambio tan favorable prácticamente de un día para otro, Convención en Oaxaca, reunión de fin de año en Ixtapa, y entrenamiento como encargado de la Calidad Total de la cía, en Maui, Hawai.

Esto parece un inmejorable sueño, pero cuando parecía que no se podía mejorar la situación, la Federación Mexicana de Ajedrez me invita a jugar un torneo internacional, con cubanos, mexicanos, estadounidenses y argentinos, cartón lleno. El paraíso había adquirido presencia tangible en mi vida.

Y fue en ese torneo, en el año mil novecientos noventa y uno que lo conocí a nuestro personaje Raúl Pérez Ponce. Era, según él, la reencarnación de Alekhine, Caissa no tenía secretos para él. A pesar de que ágilmente escapaba de su presencia, a veces cuando no había para dónde, pasaba lo inevitable.


Media hora de perorata infernal sobre sus inagotables conocimientos de tal o cual variante, o de finales o mejor aún de aquella vez que compartió sus conocimientos con alguna leyenda del ajedrez, Fischer, Tahl, Petrosian…etc., si claro porque con esos genios del tablero nuestro amigo Raúl se codeaba.

Tanta sabiduría pagaba un precio, no había tiempo para bañarse ni para lavarse los dientes parte de la tortura era los vahos que brotaban de su humanidad.

La versión amateur de Raúl Pérez Ponce, es aún peor. En el caso de Don Desiderio el nivel de invención se multiplica geométricamente, y además justo es reconocer el maestro mexicano es un buen jugador y sabe aproximadamente un uno por ciento de lo que dice saber, lo cual es muchísimo.

Ha pasado el tiempo, ya en su vejez Pérez Ponce, enfermo, quiere dejar un legado y escribe muchísimos artículos, se promociona como el mejor entrenador en el continente (sólo superado por el mítico Mark Dvoretsky, entrenador ruso de varios campeones mundiales).

Veo un gran valor en su entrega y en su intención de mejorar el nivel del ajedrez mexicano, y ahora con más tiempo disponible su trabajo adquiere además de la abundancia de información mayor rigor. Le seguiré escapando aunque hoy su legado me parece bienintencionado y valioso.

La mirada de Pérez Ponce

Caray! Otro argentino más, como si ya no tuviéramos bastante en este bendito país que abre las puertas a todos, hasta a esta bola de sangrones, y este…ocupando un lugar que podría ser para un joven talento mexicano, míralo que se cree este tipo, con su traje y su look de ejecutivo de multinacional…puf insoportable. Han pasado casi treinta años, y muchos torneos compartidos.


Bueno, después de todo hay de argentinos a argentinos, el otro día me encontré con Silvio platicamos muy a gusto, se ve que como se suele decir, es argentino pero pasteurizado, y algo sabe de ajedrez, por supuesto lejos de mi enciclopédico dominio de la historia y teoría del juego que me caracteriza, pero si, algo sabe.


Silvio Pla

 
 
 

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